martes, 5 de enero de 2010

INVIERNO



En la mitología griega, Hades, dios del inframundo, secuestra a Perséfone para hacerla su esposa. Zeus le ordena a Hades que la devuelva y se la entregue a Deméter, diosa de la tierra y su madre. Sin embargo, Hades engaña a Perséfone y le hace comer la comida de los muertos, por lo que Zeus le ordena a Perséfone que pase seis meses con Deméter y seis meses con Hades. Durante el tiempo en que su hija está con Hades, Deméter se entristece y provoca el otoño y el invierno.
Deméter enseñó a la humanidad las artes de la agricultura: sembrar semillas, arar, recolectar, etcétera. Era especialmente popular entre las gentes del campo, en parte porque eran los beneficiarios más directos de su ayuda, y en parte porque eran más conservadores a la hora de mantener las viejas costumbres. De hecho Deméter era fundamental en la antigua religión de Grecia. Reliquias propias de su culto, como cerdos votivos de arcilla, se fabricaban ya en el Neolítico.
El mito fundamental de Deméter, que constituye el corazón de los misterios eleusinos, es su relación con Perséfone, su hija y ella misma de joven. En el panteón olímpico, Perséfone fue consorte de Hades, dios de la riqueza del inframundo. Perséfone se convirtió en diosa del inframundo cuando Hades la secuestró en la tierra y le llevó con él. Perséfone había estado jugando con algunas ninfas a quienes Deméter convirtió en sirenas como castigo por no haber intervenido. La vida se paralizó mientras la deprimida Deméter (diosa de la tierra) buscaba a su hija perdida. Finalmente, Zeus no pudo aguantar más la agonía de la tierra y obligó a Hades a devolver a Perséfone enviando a Hermes para rescatarla. Pero antes de liberarla, Hades le engañó para que comiese seis semillas de granada, lo que le obligaba a volver seis meses cada año. Cuando Deméter y su hija estaban juntas, la tierra florecía de vegetación. Pero durante seis meses al año, cuando Perséfone volvía a los infiernos, la tierra se convertía de nuevo en un erial estéril.
Estos seis meses son los de verano, pues en Grecia es cuando toda la vegetación muere por el calor y la falta de lluvia. Por el contrario, el invierno traía abundantes lluvias y temperaturas suaves, floreciendo la vida vegetal. Fue durante su viaje para rescatar a Perséfone del inframundo cuando Deméter reveló los misterios eleusinos. En una versión alternativa, Hécate rescató a Perséfone. En otras versiones Perséfone no era engañada para comer las semillas de granada sino que decidía comerlas por sí mismas. Algunas versiones afirman que comió cuatro semillas en lugar de seis. En cualquier caso, el resultado final es la ocurrencia del verano, la primavera, el otoño y el invierno.

11 comentarios:

confu dijo...

De entre todas las imágenes que se ven en la presentación hay una muy interesante
Se trata de un relieve escultórico del siglo V a.C. Sobre la piedra tallada aparecen representadas tres figuras. Las dos femeninas se identifican con Deméter (diosa de la agricultura) y su hija Perséfone, mientras que la que se encuentra en el medio corresponde a un joven llamado Triptolemo. Aparentemente la escena no posee nada excepcional -excepto por su calidad artística-, y a primera vista parece otra escena mitológica más, de las muchas que se encuentran en el museo. Sin embargo, el relieve nos está mostrando, nada más y nada menos, una iniciación relacionada con los Misterios de Eleusis .
Dichos Misterios consistían en unos rituales de iniciación vinculados a las diosas Deméter y Perséfone, y que se realizaban en la ciudad de Eleusis (actual Elefsina), a unos 20 kilómetros de Atenas.
Por si queréis saber más de lo que eran estos misteriospinchar
Saludos

Chele dijo...

Aupa, sobre los misterios de Eleusis (yo he estado allí) y la diosa de la agricultura Deméter os voy a ir contando un “cuento” por capítulos que me parece interesante que conozcáis.
No es largo pero para que se haga ameno y se entienda bien de qué va la cosa, os lo pondré en dos o tres veces, así no os aburriréis, espero.
Hasta pronto, ¡Uy!, creo que vienen los magos, oigo ruidos extraños, me voy para la cama ya, agur.

Chele dijo...

El mito griego
Las versiones griegas cuentan que Hades, dios que rige en el Tártaro o Mundo de los Muertos secuestra a Core-Perséfone, la hija primaveral de Démeter cuando ella recogía flores en los campos acompañada de un cortejo de ninfas para hacerla su esposa a la fuerza.
En los relatos se destaca el dolor de Démeter, la diosa de la fértil Tierra ante la desaparición de su hija y su búsqueda desesperada. Ella abandona el Olimpo, la sede de los dioses y comienza a buscar a Core durante nueve días y noches, sin beber ni comer. En su peregrinaje la acompaña Hécate, la diosa de las Encrucijadas (o Anciana Sabia que con la Doncella y la Madre forma la Triple Diosa pre-patriarcal). Démeter se viste de negro en señal de duelo, transformando su belleza y esplendor divino en la imagen de una madre humana angustiada.

En su peregrinaje llega a la casa de la reina Metanira en Eleusis y es tomada como nodriza de Demofonte, hijo menor de la reina. En agradecimiento por la hospitalidad Démeter decide convertir al niño en inmortal colocándolo en el fuego sagrado. Pero la reina asustada interrumpe el proceso y la Diosa revela su verdadera identidad dando indicaciones para que se construya su templo en Eleusis donde se llevarán a cabo sus misterios sagrados. Además, entrega a Triptólemo, otro hijo de la reina, un carro tirado por serpientes y las semillas para que difunda uno de sus mayores dones: la agricultura. El joven principe había informado a Démeter sobre el rapto de Core presenciado por sus hermanos que vieron cómo se abría la tierra para que entrara un carro tirado por corceles negros. El rostro del conductor era invisible y con el brazo derecho sujetaba fuertemente a una muchacha que gritaba.

Con esa información, Deméter y Hécate van ante Helios, el dios sol "que todo lo ve" para que admita ante ellas quién es el raptor. Helios confirma la sospecha de Démeter: Hades, el hermano de Zeus es el secuestrador de Core. Démeter está tan indignada que deja de sustentar la vida, impidiendo que florezca sobre la tierra.

Zeus envía regalos y mensajes a Deméter para que deponga su actitud y acepte los hechos, es decir su voluntad y la de su hermano. Pero ella responde que la tierra seguirá estéril hasta que Core sea devuelta. Entonces Zeus ordena a su hermano que devuelva a Core, diciéndole que si no lo hacía "todos estaremos acabados". También le respondió a Démeter que su hija sería restituída siempre y cuando no haya probado la comida de los muertos.

Mientras tanto, en el Tártaro, Core llora contínuamente, negándose a comer o beber los manjares que Hades le ofrece. Ocultando su bronca por la noticia recibida de su hermano, Hades se acerca a Core y le comunica que él la dejará en libertad porque ve que es desdichada y su madre llora por ella. Entonces Core deja de llorar y acepta las semillas de una granada que Hades le ofrece. Finalmente, en Eleusis, Démeter se reencuentra con su hija abrazándola llena de alegría. Pero un testigo informa sobre la granada y Démeter se sintió muy desalentada al saber que Core había comido en el mundo de los muertos quedándo así vinculada a Hades. Entonces dijo: "No volveré al Olimpo ni anularé mi maldición sobre la tierra".

Desesperado Zeus instó a Rea, madre de Hades, Démeter, Zeus y demás dioses olímpicos, para que suplique a Démeter no cumplir su amenaza. Al final se llega a un acuerdo: Core-Perséfone pasará tres meses con Hades en el Tártaro y el resto del año con Démeter sobre la faz de la tierra. Hécate se encargará personalmente de la protección de Core ofreciéndose como garante para hacer que el pacto se cumpla.
Seguirá.

Chele dijo...

Hola, aquí estoy de nuevo coleguis, ya veis que el invierno avanza como avanza todo, nada se (le) detiene. Con el invierno los días poco a poco son más largos y vuelta a empezar. Al tiempo nada ni nadie le detiene.
Desde la noche de los tiempos a sido así y no cambiará por mucho que digan y nos hagan creer que el cambio climático ya está aquí, ¿o es que la tierra no a cambiado muchas veces de estado?
La madre tierra seguirá su curso y yo creo que le da igual si por “nuestra” culpa se ve obligada a acelerar su curso, de todas maneras lo hará. Nosotros como una especie más de entre todas las que existen en su lecho pagaremos las consecuencias es ley de vida.
El invierno llega y después la primavera, el verano, el otoño y vuelta a empezar, nosotros seguimos el curso y lo seguiremos hasta que un otoño nos demos cuenta de que nos hemos quedado ahí en el otoño y que ya no podremos seguir, no habrá mas veranos ni primaveras solamente invierno. Al invierno nada ni nadie le detiene a nosotros si.
¡Pero mientras, ¡disfrutemos de los seres más queridos! nuestros hij@s, nuestra costilla o amorcito, de nuestros herman@s de nuestros amig@s, de toda esa gente que un día conocimos y de la que guardamos buenos recuerdos.
¡Eh! No quiero veros tristes ni melancólicos por esta entrada, pero es lo que me ha venido a la cabeza y no he podido resistirme a contároslo.
En este blog lo que prima es la magia, así que si seguimos así veremos pasar muchos inviernos fijo.Un abrazo para tod@s.
Pdta. Quizás porque nací en un invierno y además con una gran nevada, es por lo que me gusta esa estación un montón.

omi dijo...

Hola!!!!!
Chele, yo tambien nací en invierno, sin embargo.... me gusta mucho, pero mucho más el verano.
Al final que pasa con Aydín? viene o no?.
Espero que los Reyes se hayan portado bien con todos
Saluditos,

confu dijo...

Aúpa!! Los tramites y papeleos son un poco lentos, pero en ello andamos!!! con un poco de suerte Aydin vendrá.
Saludos

Chele dijo...

Alteraciones al mito original
2ªparte.
Mucho antes que Hades, Core con el nombre de Perséfone era la Reina de los Muertos cuyo fruto sagrado de vida era la granada. Junto a Hera, la Reina del Cielo y Demeter, la Madre Tierra, Perséfone formaba parte de una tríada divina femenina muy antigua conocida con distintos nombres y atributos en la Europa Antigua y Medio Oriente. El rapto de Core al igual que el matrimonio forzado de Hera con Zeus y la violación de Posidón a Démeter son evidencias de los acontecimientos históricos antes mencionados documentado por la arqueología moderna.

En los tiempos helenos cuando el mito es redactado, las diosas de la tierra y de la sabiduría femenina habían perdido su estatus anterior subordinadas a los héroes y dioses, "esos bárbaros marimachos", según el historiador Arnold Toynbee, que tanto desagradaban a los filósofos griegos de la época clásica. Si bien los filósofos comenzaron a tratar la cuestión sagrada en términos abstractos sin prefigurar diosas y dioses, conservaron algunos prejuicios de los nómades indoeuropeos sobre la mujer y lo femenino.

En la cultura helena los Misterios de Eleusis eran practicados por ambos sexos y por todas las clases sociales a excepción de los homicidas. Las mujeres conservaron algunos ritos femeninos pre-patriarcales como la Tesmoforia en un marco de creciente subordinación de la mujer al varón. Por ejemplo, en las ciudades-estados la mujer no podía votar ni poseer bienes y sus matrimonios eran concertados entre el padre y el novio. Por su parte, las hetairas y cortesanas -antiguas sacerdotisas orgiásticas de la Diosa- conservaron cierta libertad y autonomía interviniendo en la vida intelectual y política de los varones con sus habilidades eróticas-poéticas. Aspasia, una cortesana fue la amante y compañera intelectual de Pericles y Diótima fue para Sócrates la sacerdotisa que le enseñó la filosofía del amor en "El Banquete" de Platón. Sin embargo, tanto Pericles, Platón y otros pensadores consideraron a la mujer como inferior al varón cuya única función era engendrar hijos en el cerrado ámbito del gineceo.

La amenaza de Demeter de dejar la tierra yerta e infertil hasta que su hija le fuera devuelta del Tártaro donde Hades la tiene secuestrada, revela el antiguo poder de la Gran Diosa como gobernante y legisladora de las leyes ecológicas y éticas. Pero la treta de la granada y los tres meses que Core-Perséfone debe permanecer en el Mundo de los Muertos como esposa de Hades es una metáfora patriarcal para que sea aceptada la supremacía de los dioses masculinos.

Los dioses y héroes invasores, además de someter a Demeter y Perséfone, persiguen, violan o matan a otras manifestaciones de lo divino femenino encarnado en ninfas, serpientes sagradas y sacerdotisas. En este sentido, los mitos griegos sirvieron para crear en la conciencia femenina la dependencia al varón y atemorizar a las mujeres con la violencia o la violación para que dejaran de actuar líbremente como sucedía en época de la Diosa pre-patriarcal y así afirmar el dominio masculino en lo sagrado como en lo cotidiano. Por eso, para comprender la importancia de este mito de transformación cíclica necesitamos recuperar su visión original para percibir los valores que el mito puede aportar.
Seguirá.

Chele dijo...

La Gran Diosa

Para la arqueóloga Marija Gimbutas -que excavó poblados agrícolas en Europa del Este con una antigüedad de 7000 y 8000 años- las diosas del tipo de Deméter representan a la Dadora de Vida y Dispensadora de la Muerte cíclica.
Ella es útero y tumba similar a la Pachamama de los indígenas latinoamericanos. Y su hija Perséfone es la Doncella del Renacimiento y la Regeneración indentificada con la luna, la primavera, las serpientes y el Mundo Subterráneo.

Esta Gran Diosa, desdoblada en dos o tres aspectos, representa el poder sustentador de la vida presente en las fuerzas y energías de la tierra, con sus florecimientos y repliegues estacionales que influían en la vida de las personas y en sus formas culturales. Los pueblos agrícolas veneraban estos arquetipos sagrados femeninos para obtener alimento, salud y bienestar sabiendo que Démeter-Perséfone era su fuente de origen, la Diosa de los comienzos o Diosa de la Creación que periódicamente volvía a recrear el mundo manifestando la abundancia de los comienzos en cada primavera y en cada cosecha.

A pesar de las distorsiones helenas, en la mitología griega hay una línea contínua que va desde Eurínome -la creadora pelasga- a través de Gea y Rea, abuela y madre de Démeter, que persiste en Perséfone como diosa de la Vida y de la Muerte cíclica. En Perséfone tenemos a la ancestral diosa que desciende al Mundo Subterráneo actuando redentora o resurrectora; un rol mítico también característico en Inanna, Ishtar e Isis. La Gran Diosa engendra no sólo hijas divinas sino también hijos y amantes-consortes identificados con el potencial de la vegetación, el cereal y el renacimiento cíclico. Dentro de los Misterios de Eleusis esta el culto de Dioniso, dios de los nuevos brotes y arquetipo masculino, y el de Adonis como amante de Perséfone-Afrodita para celebrar el "hierosgamos" la unión sexual sagrada de la pareja divina.
Seguirá.

Txolarte dijo...

Útero y Tumba………….. La fuerza de de la tierra, la fuerza de la luna, la fuerza del sol.
La luna, mueve los mares , el sol mantiene la vida, La tierra sustenta la naturaleza y en ella surge la vida, y la vida mira a los astros ,y los hombres los llaman Dioses.
Y a los Dioses, se le otorgan poderes que inventan los hombres. Hombres y mujeres que olvidan que SOL,TIERRA,Y LUNA, son Útero y Tumba.

Salud

Chele dijo...

Rastros del mito original
Como Diosa Madre, Deméter engendra a su Hija junto con la creación simbolizada en la primavera y la agricultura. Ambas viven juntas poniendo en marcha los ciclos de vida cósmica, vegetal, animal, humana. La Hija recibe las iniciaciones de la Madre para que colme de poder y sabiduría esos ciclos, ejerciendo como protectora de las leyes de la Diosa Madre. A medida que crece y madura, la Hija comienza a alejarse de la Madre. Recorre distintos lugares animando la creación y por donde ella camina todo crece y florece.
Un día escucha unos lamentos que provienen del fondo de una cueva. Entonces la Hija enciende una antorcha y desciende al Mundo Subterráneo de los Muertos. Cuando éstos ven la luz dejan de gemir y se alegran con la presencia de la joven diosa. Como Perséfone es la Diosa de la Vida y la Regeneración, los muertos encuentran en ella una esperanza de renacimiento. Ella se queda a vivir con los muertos siendo su Reina-sacerdotisa ofreciéndoles el fruto del Árbol de la Vida: la granada. Su estancia en este ámbito trae el otoño y comienzan los repliegues cíclicos permitiendo a la naturaleza y a los seres vivientes despojarse de lo viejo en espera de lo nuevo. Un proceso también vivido por las almas de los muertos a las cuales Perséfone está iniciando para su ingreso en otra forma de vida.
Con el retorno de la primavera cuando la Hija emerge del Mundo Subterráneo, la Madre vuelve a poblar el mundo y la vida durmiente nace sobre la tierra: las hembras paren, las plantas florecen y los árboles dan sus frutos. Los humanos participan de este retorno primaveral expresando sentimientos de amor, amistad y solidaridad. Realizan alegres danzas; celebran ritos de iniciación de las nuevas generaciones de jóvenes y la vida de la comunidad como la de la naturaleza, se renueva. Hay festejos y esperanzas compartidas.
No es difícil imaginar a las jóvenes de las comunidades agrícolas celebrar la primavera adornadas con coronas de flores participando de iniciaciones femeninas identificándose con la joven Core y la amante Perséfone. Y a los jóvenes celebrando sus iniciaciones del Dios Verde de la vegetación: el joven Adonis y el excitante Dioniso. En este contexto las jóvenes no corrían riesgo de ser raptadas, violadas, ni degradas. Al encarnar el aspecto de Core eran altamente respetadas y disponían de su sexualidad celebrando uniones libres con sus compañeros en los campos y los bosques
El mito ancestral de transformación cíclica de Inanna y Dumuzi; Ishtar y Tamuz; Isis y Osiris como así también los cultos del folklore pagano europeo estudiado por Sir James Frazer en "La Rama Dorada" siguen el mismo patrón arquetípico de Démeter y Perséfone. Por su parte, los evangelistas rodearon la figura de Jesús con las metáforas sagradas del mito matrístico para predicar la muerte y resurrección de hijo divino identificado con el grano de trigo y así difundir una nueva religión sin la Diosa Madre.
La próxima es la última.
Saludos.

Chele dijo...

El mito en nuestros días
Una podría preguntarse por qué los occidentales hemos sido tan sensibles al mito de la madre doliente que llora a su hija, hijo o consorte que desaparece o muere violentamente. Por qué el símbolo tardío de la Virgen María frente a su hijo crucificado sigue resonando en la conciencia de las personas. Posiblemente porque el mito griego y el cristiano exaltan la muerte injusta y el dolor materno como arquetipo de amor sublime y abnegado.
La muerte injusta y el dolor materno implícitamente nos hablan sobre la vigencia de sistemas de dominación que victimiza a madres, hijas e hijos en la historia de Occidente. Las Madres y Abuelas de la Plaza de Mayo reclamando por sus familiares desaparecidos y las Marchas de Silencio en Catamarca encabezas por la madre de María Soledad y la hermana Pelloni (todas encarnando el arquetipo Deméter y Hécate) por ejemplo, reactualizaron el mito griego de Démeter y Perséfone, como así también lo siguen haciendo las periódicas violaciones, acosos sexuales y asesinatos "pasionales" que sufren las mujeres en nuestra sociedad.
Pero el significado ancestral del mito de Deméter-Perséfone no está en el dolor y el desgarro. Tampoco en la muerte injusta y el rapto violento como símbolo para expresar los repliegues en la naturaleza o la muerte del humano.
El significado ancestral más bien se refiere a una concepción sagrada donde vida-muerte conforman parte de un mismo proceso. Ambos no están dualizados y no funcionan como opuestos irreconciliables. La muerte natural como la vida es una experiencia de transformación, iluminación y maduración que abarca dimensiones espirituales, psicológicas y culturales de las personas.
No pocas personas sienten que la vida en las grandes ciudades las ha desconectado de la naturaleza y de los ciclos que la mente, el cuerpo y el espíritu necesitan para vivir en armonía y plenitud. La pobreza que afecta a millones de personas sucede como un largo e interminable invierno decretado no por la Madre Tierra a la cual no se tiene acceso sino por los "Zeus" que detentan poder sobre otros.
Con todo, mujeres y varones en distintos ámbitos están recuperando algo de la cualidad de las diosas gemelas y de sus hijos-consortes cuando buscan soluciones y alternativas al repetido rapto de la vida y la esterilidad provocada por la mentalidad patriarcal. Las mujeres, particularmente, con el desarrollo de la Conciencia Femenina sagrada están devolviéndonos los rostros originales de la Diosa ancestral influyendo en las formas culturales de vinculación con la naturaleza y entre los humanos. Muchos mitos y arquetipos como el de Deméter-Perséfone siguen latentes en el inconsciente colectivo y a veces saltan a la conciencia de las personas en momentos de crisis y de cambio.
FIN.